Mayores de 45 años, reinventando el futuro
Según el último informe del Mercado de Trabajo del SEPE, en 2013, el comportamiento de la afiliación a la Seguridad Social del colectivo de mayores de 45 años es mucho mejor que el que se ha registrado a nivel general, ya que ha incrementado su número de personas activas un 1,56%, mientras que la afiliación general ha descendido un 0,46%.
Según sus propios datos en la última década el número de personas activas mayores de 45 años crece un 22,23% mientras que los del resto de las edades se reducen en un 5,27%.
Así que a pesar de ser uno de los colectivos con más alta tasa de paro (junto a jóvenes e inmigrantes), y que menos ofertas de empleo disponibles tiene, al menos en apariencia, todavía hay esperanza.
Lo que hay que encontrar son todas esas alternativas que la experiencia, conocimientos y vivencias les pueden aportar y dirigir sus esfuerzos a explorar todas las posibilidades que tienen a su disposición.
Entre estas posibilidades se encuentra una que tal vez nos puede alejar de nuestra zona de confort ya que venimos de una cultura de permanencia, pero que a corto medio plazo nos puede aportar muchas satisfacciones, la reinvención de nosotros mismos.
Esto implica un desarrollo personal que se inicia con una autoreflexión y ampliación de nuestro autoconocimiento para determinar todas las cosas que sabemos hacer y cómo desarrollar nuestros talentos más allá de lo que hemos venido desarrollando durante los últimos años en nuestra empresa.
Esta autoreflexión implica ser honesto con uno mismo y saber detectar dónde me veo cómodo y capaz con todas las circunstancias que ello implica. Los factores a tener en cuenta son la experiencia, la especialización, el sector en el que nos movemos, nuestros conocimientos, nuestras competencias y/o habilidades, nuestra situación personal y sobre todo nuestra actitud.
Los conocimientos técnicos son importantes, pero fácilmente adquiribles, sin embargo sin una actitud positiva hacia el cambio y hacia las nuevas circunstancias no llegaremos a buen puerto. A veces nos encontraremos en situaciones en las que tengamos que dar unos pasitos hacia atrás y asumir posiciones más bajas y seguramente menos remuneradas pero que pueden ayudarnos en ese camino hacia el cambio permitiéndonos adquirir algo que nos aporte valor y nos permita impulsarnos después en nuestro nuevo camino.
De estas situaciones tenemos claros ejemplos en los países nórdicos donde desde la misma empresa se promueve ese cambio y reinvención profesional, potenciando las llamadas carreras duales que hacen que una persona pueda comenzar un nuevo itinerario profesional a partir de los 40 y se le facilite hacerlo.
El problema de nuestro país es que la mayoría de las veces llegamos a esta “reinvención” de una manera impuesta por un despido o cierre de nuestra empresa, y ni nosotros ni nuestra compañía se ha preocupado anteriormente de orientarnos a una mejora personal continúa donde la necesidad de desarrollo a de ser inmediata. Debemos preocuparnos de leer, desarrollar nuestras competencias y habilidades, mantener contacto con profesionales de nuestro sector, seguir en twitter a personas que opinan de cuestiones que nos interesan, etc. sin tener que esperar a encontrarnos en una situación de transición “obligada”.
Otra alternativa que también puede ayudarnos a desarrollarnos y aportar un amplio grado de experiencia, conocimientos y contactos es el voluntariado. Equivocadamente asociamos a esta práctica únicamente acciones llamadas “de campo” cuando en realidad muchas de estas organizaciones estarían encantadas de contar con profesionales de calidad entre sus filas que les ayuden a gestionar, dirigir u organizar sus proyectos y recursos.
También está la opción de ofrecer formación en lo que dominas, y que seguramente has estado desarrollando la mayoría de tus años profesionales, a Escuelas de Negocio, empresas del sector o incluso profesionales interesados. Pon en valor tu conocimiento y ofrécete, seguro que te llevas más de una sorpresa agradable.
Por otro lado nos encontramos con la manera más pura de reinventarse que es el emprendimiento y que puede ayudarnos en nuestro crecimiento profesional ayudándonos a adquirir una experiencia y unos conocimientos muy valiosos ya consigamos que nuestro nuevo proyecto sea un éxito o no tanto, en el camino habremos recogido muchos frutos.
Pero sobre todo recuerda que tienes que tener en cuenta que tu edad es un bien muy preciado y que cuentas con unas experiencias, vivencias y situaciones vividas que pueden ser ofrecidas como un valor añadido a todos tus conocimientos, sólo tienes que saber cómo y estar dispuesto a reinventarte de nuevo.